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Los alimentos vivos:
Drosophila melanogaster
© Roberto Petracini |
Drosophila
melanogaster y otras Drosophila spp, son conocidas como
"Mosquita de los cítricos", "Moscas del vinagre",
"Moscas de las frutas", etc.
Son muy apreciadas por
anfibios, reptiles y peces y se las puede cultivas en cautividad de
manera bastante sencilla.
Se trata de organismos
omnipresentes (es decir que están presentes en todos lados). Si bien
pueden resultar más escasas en las grandes ciudades y, particularmente,
en los últimos pisos de edificios altos, no es imposible iniciar un cultivo
casi en cualquier parte.
Su tamaño oscila entre
los 2 y 4 mm. y si bien su ciclo depende de la temperatura ambiente, en
la mayoría de los casos se cumple en 12 días de promedio (entre 10 y
15) en invierno. En verano su ciclo se acelera viviendo entre 6 y 9
días como máximo.
Su ciclo se inicia con la
postura de los huevos, a cuyo efecto se dispondrá de un sustrato de
puesta adecuado que puede ser una rodaja de algún cítrico, semillas de
calabaza (zapallo), una corteza de pan embebida en vinagre de vino o de manzana, papilla de fruta (manzana o banana [plátano]).
Se
coloca el sustrato en cualquier lugar que no reciba sol directo y
seguramente pocas horas después aparecerán las primeras mosquitas que
depositarán sus huevos. Este sustrato puede estar colocado en el mismo recipiente
que se utilizará para el cultivo, pero se debe tener la precaución de
colocar una trama o malla que no permita el ingreso de moscas comunes. Son
más recomendables los recipientes de vidrio de 2 litros que se utilizan
para encurtidos, conservas de alimento o similares (ver
ilustración).
En algunos países se venden cultivadores preparados para criar estas
mosquitas.
En el recipiente se puede agregar otro medio de cultivo, como por ejemplo gelatina de manzana o frutilla ya
enfriada, con la cual se rodea el sustrato de puesta. Algunos días
después, las primeras larvas en forma de pequeños gusanos recorrerán
el cultivo alimentándose de la gelatina o el alimento que se haya
dispuesto y comenzarán a trepar por las paredes del
recipiente, al cual no olvidaremos de tapar con una tela de trama fina o
una media de mujer. Completada su primera fase, se transforman en pupas
las que luego de un tiempo completan su proceso dando lugar a la
formación de la mosca que comienza a volar dentro del recipiente.
Para suministrarlas a los
peces pueden utilizarse tanto en su forma de gusano, como en la mosquita
adulta.
En su forma de gusano se
la toma desde las paredes del recipiente con un pincel suave y se las
traslada directamente al acuario; las mosquitas deben previamente
enfriarse 7-8 minutos en el congelador para "atontarlas" de
modo que no vuelen y den tiempo a los peces a ingerirlas.
Existe
una mutación sin alas, o con alas atrofiadas (ápteras), que se utiliza
para investigación y que es posible obtener de diversas procedencias.
En algunas facultades donde se estudie biología, ciencias naturales o
veterinaria, seguramente se dispone de estas ápteras para
investigaciones de laboratorio y no tendrán inconveniente en facilitar
algunos ejemplares para iniciar el cultivo.
Si bien estas mosquitas
con alas atrofiadas no vuelan, saltan lo suficiente como para que se nos
puedan escapar, razón por la cual el procedimiento para suministrarla a
los peces será similar al utilizados con las mosquitas normales.
Teniendo en cuenta el
pequeño espacio utilizado para cultivarlas, resulta un alimento
rendidor, fácil de producir y de bajo costo.
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