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Los alimentos vivos:
Larvas de
mosquitos
© Roberto Petracini |
Colectar
larvas de mosquitos para suministrar a los peces suele ser una tarea
sencilla en primavera y verano. Bastará contar con una red de tul (del
tipo utilizado para nuestros peces) y un recipiente en el cual
transportarlos.
Los principales problemas
a superar son:
1. evitar introducir organismos nocivos (parásitos, planarias, hydras,
etc)
2. evitar que nazcan en casa y terminemos llenos de picaduras.
El primero de los
problemas es difícil de superar. Habrá que colectar los mosquitos de
lugares limpios y por lo general es donde menos abundan. Si
contamos con la posibilidad de preparar un cultivo de infusorios ubicado
en lugar alejado de la casa y colectamos diariamente las larvas para
impedir que nazcan los mosquitos, podremos suministrar a diario alimento
vivo sano a nuestros peces. De lo contrario habrá que observar
detenidamente las larvas (de ser posible en un recipiente transparente,
como un acuario) antes de darle de comer a los peces. Si se observa la
presencia de organismos indeseables se debe eliminar toda la partida
desinfectando con cloro el recipiente utilizado.
Para evitar que nazcan
mientras los mantenemos vivos, se enjuagan reiteradamente en agua
circulante y luego se conservan en frío (sin congelar) para ir
suministrando la cantidad diaria que consuman los peces. Antes de
suministrar la dosis diaria, se enjuagan durante 10-15 minutos en agua a
temperatura ambiente. Debemos tener en cuanta que excepcionalmente, aún
mantenidos en frío de refrigerador, podrán nacer algunos mosquitos por
lo que se deben guardar en envases cerrados.
Si se consigue mucha
cantidad de larvas, será posible congelarlas en cubitos, de modo que
sirva de reserva para la temporada invernal en la que se consigue menos
cantidad y, según los países, no se consigue en lo absoluto. Se
descongela un cubito cuando es necesario darle de comer a los peces,
conservándose los restantes para futuras ocasiones.
En algunos comercios se
expenden larvas de mosquitos liofilizadas, congeladas o disecadas. El
valor nutritivo de las larvas de mosquito es de poca magnitud, no
obstante lo cual resulta un buen alimento porque aporta enzimas,
hormonas y otros elementos naturales.
Además despiertan el estímulo cazador de los peces. También ayuda
como estímulo para el desove, por lo que suministrarlo a los futuros
reproductores será beneficioso.
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