Por
Omar Iruela Gonzalez, Güines,
La Habana, Cuba
Capítulo
IV: “La Filtración,
1ra Parte”
En la naturaleza muchos de los
peces viven en aguas que se encuentran
en movimiento permanente y en
un volumen muy superior al de
cualquier acuario que en el caso
de arroyos y ríos se renuevan
constantemente, incluso muchos
de los lagos tienen cuencas superficiales
o subterráneas que tributan
a los mismos. No preocupa entonces
en ese lugar que sucede con la
orina o las excretas sólidas
de los organismos acuáticos,
pues se dispersan, se diluyen,
y no llegan nunca a niveles tóxicos.
En
múltiples ocasiones he
prestado mucha atención
a las condiciones en que viven
los peces que habitan el río
Mayabeque en mi natal Güines,
o en otros lugares de paso de
interés acuariófilo
como la laguna del Tesoro en Matanzas,
hábitat por excelencia
de nuestro querido “Manjuarí”
además de algún
que otro arroyuelo que me he tropezado
por ahí.
En
muchos lugares, las aguas que
eran limpias y cristalinas durante
la estación de seca se
volvían durante la lluvia
en prácticamente torrentes
de barro. A los peces no aparenta
importarles lo mas mínimo
el grado de limpieza del agua,
incluso parecieran sentirse más
a gusto en aguas ligeramente turbias
que en las cristalinas.
Desafortunadamente
nuestro acuario es un sistema
cerrado donde todo “queda
en casa”. Con una cantidad
limitada de agua, las deyecciones
de los peces y restos de plantas
permanecen en su interior y se
acumulan pudiendo poco a poco
subir hasta niveles de toxicidad
para los organismos que habitan
en la pecera.
La
ayuda de la técnica viene
entonces a contribuir a resolver
el problema. Para ello usaremos
el filtro, dispositivo técnico
de mayor peso en el equilibrio
de nuestro tanque, algo así
como el corazón de nuestro
acuario.
¿Qué buscamos
obtener con un filtro?
-Limpieza
mecánica del agua, separando
las partículas que la enturbian.
-Movimiento
ondulante que remueve las diferentes
capas de agua del acuario y su
superficie con lo que se favorece
el intercambio de gases y que
la temperatura y los nutrientes
presentes se distribuyan de modo
uniforme.
-Mineralización
de los compuestos orgánicos
que son llevados a productos poco
tóxicos para los peces
o sea mantienen el acuario con
niveles bajos de productos nitrogenados
principalmente amoniaco y nitritos.
-Modificar
la calidad del agua, acidificándola
o ablandándola, según
convenga.
¿Cómo se
logra lo anterior?
El
tema de la filtración es
uno de los más controvertidos
entre los acuaristas y de mayor
importancia para el correcto funcionamiento
de un acuario. Cada maestro tiene
su librito y sumándole
a eso la abundante y a veces contradictoria
información en libros,
revistas y sitios WEB de acuariofilia
aumenta la desorientación
de los novatos a la oferta de
disímiles modelos de filtros
de fabricación industrial
y artesanal, además del
bricolaje de algún veterano
aficionado.
Entonces,
¿cómo conciliar
todo lo anterior? ¿Cuál
es la verdad? ¿Cuál
es el mejor sistema de filtraje?
¿El más efectivo
modelo de filtro? ¿Qué
materiales filtrantes no podemos
despreciar?
Sabiendo
que no lograremos firmar un pacto
internacional sobre filtración
entre los aficionados de los cinco
continentes, intentaremos en el
próximo boletín
adentrarnos de lleno y con mucho
tacto a la polémica para
al final… ¡Provocar
más discusiones!