Por
Miguel S. Bayona Valentín,
Ciudad de La Habana, Cuba.
“Si
no existe la organización,las
ideas, después del
primer momento de impulso,
van perdiendo eficacia.”
Ernesto Che Guevara
La
historia demuestra que,
en el transcurso del tiempo,
cada transformación
importante viene acompañada
de una gran crisis. Lo cierto
es que el Club “El
Acuarista Cubano”
tampoco pudo escapar a este
fenómeno universal,
ya que enfrentó,
su primera crisis existencial.
Las causas son fáciles
de adivinar, las mismas
de siempre, falta de carácter
y organización, el
paternalismo, la diferencia
de intereses y la tentación
de lucro. Para nadie es
un misterio que los anteriores
intentos de asociaciones
en Cuba de acuaristas, cuatro
o cinco, tal vez más,
siempre fracasaron por juntar
en una misma bolsa a comerciantes
y aficionados sin dejar
a un lado el mercantilismo,
algo que en teoría
debería funcionar
de respetarse los intereses
de cada cual, pero siempre
terminó por demostrar
que los intereses de los
comerciantes se imponen
a los de los aficionados.
El
Club, que desde junio del
2009 se había estancado
en los mismos temas y sin
capacidad de reacción,
necesitó de un llamado
de atención por parte
de los más jóvenes
para no desaparecer. A este
período de inestabilidad,
donde reinó la indisciplina,
la falta de comunicación
y los intereses personales
que implicaron el alejamiento
y la desmotivación
de muchos de los integrantes,
se une el retraso de los
boletines, la mala planificación
de las actividades y las
continuas inasistencias
a las reuniones. Todo fue
llevando a la agrupación
a una crisis jamás
pensada, lo que sin duda
alguna, se hacia inminente
la renovación de
una Junta Directiva asfixiada
y fraccionada.
El
2 de Diciembre de 2010,
fue el día señalado
para dar fin a un ciclo
donde sobraron las promesas
y comenzar uno nuevo lleno
de cambios. Lamentablemente
la actividad coincidió
con el Día de la
Defensa, lo que provocó
que la misma estuviese más
marcada por las ausencias
que por la propia incertidumbre
de quienes serían
los nuevos responsables
de continuar y rescatar
el trabajo realizado de
los últimos años.
Al finalizar el balance,
se daría paso a la
elección del presidente
y vicepresidente, que esta
vez serían los encargados
de escoger quienes integrarían
el resto de la Junta Directiva
que los acompañaría
en su nuevo periplo, tal
como se establece en el
Reglamento Oficial. La jornada
se cerraría con una
fiesta bien discreta, al
igual que nos despedíamos
del año 2010.
Balance,
un conteo de protección
Después de la bienvenida
a los miembros presentes,
Manuel Rodríguez,
dio inicio a la lectura
del Balance. Un informe
demasiado positivo, según
mi apreciación, donde
resumía todos los
logros obtenidos en el ciclo
analizado. Ejemplo de esto
son los dos envíos
de aireadores desde Holguín,
un trabajo voluntario realizado
en las instalaciones de
NACARI, la gestión
y entrega de alimento para
peces a los integrantes
del club, así como,
la atención a la
visita de otro acuarista
argentino (Osvaldo Buzzo).
En
el informe, también
se reconoció la labor
de varios miembros que demostraron
su valía en el último
período. Los destacados
fueron Alejandro Reyes,
Jorge Casuso, Maikel O´Farri,
Néstor Alonso, Oscar
Villa y Miguel S. Bayona,
haciendo mención
especial al caso de Alejandro
quien en muy poco tiempo
tuvo que empeñarse
a fondo para cubrir dos
grandes ausencias en la
Junta Directiva, la de Alex
Pérez Borges y luego
la de Omar Iruela González.
Otro
tema del que se habló
fue, el del espacio conseguido
en los Foros de los periódicos
de Villa Clara, “La
Vanguardia” y Ciego
de Ávila, “El
Invasor”, donde funcionamos
actualmente. Nuestros agradecimientos
a todos los que se vieron
involucrados en esta noble
gestión y el apoyo
que hasta el momento nos
han brindado, en especial
a Yudiley Maza Amores, la
protagonista de este logro.
Además, debemos destacar
que, a parte de contar con
un foro en la red cubana,
se resolvió también
que todos los usuarios o
aficionados suscritos puedan
bajarse el boletín
del club. Lo único
para lamentar es que, después
de tener tal herramienta
a nuestra disposición,
sea muy poca la participación
de nuestros integrantes
en el foro.
Más
adelante en el informe,
se hizo un nuevo llamado
a la necesidad de dar mayor
dinamismo a las reuniones
mensuales, aumentar el número
de miembros e incrementar
la cantidad de artículos
para el boletín,
así como superar
las deficiencias e indisciplinas
que se cometieron durante
el 2010 y parte del 2009.
Concluido
el discurso, se nombró
a Omar Iruela González
como “Socio de Honor”
en reconocimiento a su anterior
gestión como 1er
Presidente del Club “El
Acuarista Cubano”
y Presidente de la desaparecida
Asociación AQUACUBA,
creada por el mismo a finales
de los años ‘90.
También se unen a
este nombramiento Leopoldo
Tápanes Méndez,
quien sirvió de apoyo
y experiencia para nuestros
primeros pasos; Andrés
Hurtado Consuegra, artífice
principal del rescate del
Manjuarí y otras
especies dulceacuícolas
de la Cienaga de Zapata
y Orlando “Cuco”
Prieto Márquez, reconocido
acuarista que no dudó
en poner sus conocimientos
y experiencia a favor del
Club. Mención especial
a nuestro 1er “Socio
de Honor”, Roberto
Petracini, quien junto a
otro grupo de acuaristas
argentinos, Viviana Garber,
Julio Martínez, Francisco
Martínez y Daniel
De Bonis, dieron el primer
paso para fomentar la unión
de los acuaristas cubanos.
Elecciones
en busca de nuevos protagonistas
Finalizada la discusión
del balance y recogida las
críticas y sugerencias,
se abrió paso a las
elecciones. Para ello, en
la reunión previa,
se había seleccionado
a los 5 precandidatos a
la presidencia y vicepresidencia,
también se aprovecho
para cambiar y aprobar un
nuevo método de votación.
Entonces la boleta quedaba
conformada por Alejandro
Reyes, Alex Pérez,
Manuel Rodríguez
y Miguel S. Bayona como
integrantes de la saliente
Junta Directiva y Enrique
Rodríguez sería
la novedad.
La
votación se realizó
de manera secreta y fue
supervisada todo el tiempo
por los compañeros
de la Quinta de los Molinos,
nuestra sede actual. Precisamente,
ellos fueron los encargados
de realizar el escrutinio
y proyectar los resultados
en una pantalla para todo
los allí presentes.
Sin
ser una sorpresa para nadie,
una vez más, Manuel
se hacía de la presidencia
recibiendo un total de 7
votos de 11 posibles, mientras
Alejandro, al obtener 4
votos, debía asumir
como el vicepresidente del
Club. El resto de la junta
elegida por los dos primeros
serían: Jorge Casuso,
Enrique Rodríguez
y Miguel S. Bayona.
Algo
que debo reconocer y agradecer
es que, no me esperaba ser
incluido dentro de la Dirección
del Club, por el contrario.
Pero esto me demuestra una
vez más la confianza
y el respeto que depositan
en el trabajo que he venido
realizando en favor del
desarrollo del Club. Como
bien diría nuestro
Apóstol Nacional,
"La gratitud, como
ciertas flores, no se da
en la altura y mejor reverdece
en la tierra buena de los
humildes." Por otro
lado, no debemos cegarnos
con los buenos resultados
del pasado y sacar provecho
de la crisis que vivimos
para ganar en experiencia
y ser capaces de superar
o enmendar los errores cometidos
con anterioridad y no traicionar
la confianza que otros nos
dieron al proporcionarnos
una segunda oportunidad.
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Foto
de la nueva Junta
Directiva electa,
de izquierda a derecha:
Manuel Rodríguez
(Presidente), Miguel
S. Bayona (Relaciones
Públicas del
Club, Diseñador,
Editor y Redactor
del Boletín
Informativo “El
Acuarista Cubano”
y sitio WEB.), Jorge
Casuso (Secretario),
Alejandro Reyes (Vicepresidente),
Enrique Rodríguez
(Tesorero). |
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