(Continuación
del trabajo de campo de los
miembros del grupo entre noviembre
del 2006 y abril del año
2007)
A
finales de abril del presente
año (2007), miembros
del grupo “El Acuarista
Cubano” en la región
central realizamos una nueva
excursión de búsqueda
de nuestros peces cubanos.
Anterior a esta fecha incluyendo
el mes de noviembre del año
anterior habíamos realizado
otras exploraciones en varios
lugares de interés
en nuestra región central.
Ejemplo
de ello lo es la visita a
un arroyo semiseco en ese
momento, a orillas de la carretera
central que lleva hacia la
ciudad de Ciego de Ávila.
En el mismo pudimos colectar
aproximadamente 15 ejemplares
de Dormitator maculatus
popularmente conocidos como
“Mapos”. También
colectamos Girardinus, Camarones
Saltones y algunas Limias
que parecen de una nueva variedad
o un nuevo tipo de híbrido
que no pudimos clasificar.
Respecto a este podría
añadir que en su cuerpo
presenta bandas plateadas
más brillantes y similares
a las que caracterizan a los
Girardinus metallicus.
La
próxima localidad visitada
fue la región montañosa
del grupo Guamuhaya en las
proximidades a Jibacoa y la
subida hacia Topes de Collantes.
En lo alto de las cascadas
pudimos colectar Camarones
Batata (Procambrus cubensis)
y Guppys (Poecilia reticulata)
muy poco coloridos y recogimos
arcilla roja para el substrato
de las peceras y acumulaciones
de musgo muerto a modo de
turba. En los arroyos del
Valle de Jibacoa colectamos
abundante cantidad de Giraldinos
y de igual manera llenamos
las jabitas con arena y piedras
para el substrato de nuestros
acuarios.
Poco
tiempo después realizamos
otra excursión a arroyos
próximos a Santa Clara
en la salida de la autopista
hacia la Habana, próximo
al kilómetro 259. Allí
colectamos Girardinos, Limias,
Gambusias, unas Biajacas y
una Tilapia. Posteriormente
visitamos la casa de Pepe,
el famoso criador de tetras
en Ranchuelo, el cual nos
comentó de la presencia
de Rivulus cylindraceus
en arroyos próximos
al poblado de San Juan de
los Yeras. Nos contó
que logró mantener
varios en una pecera y como
logro que desovaran e incluso
sobre las características
de los mismos huevos.
Al
poco rato partimos hacia río
El Sapo, a cinco kilómetros
del poblado La Esperanza en
la carretera central hacia
La Habana. En dicho río
esta reportado por FishBase
la presencia del Cubanichthys
cubensis en el año
1998, pero una reciente crecida
y los márgenes muy
enlodados nos impidieron llegar
al agua por lo que tuvimos
que dar un gran rodeo hacia
la zona de nacimiento del
mismo pero al igual, solo
encontramos muy pocos peces,
en especial Gambusias y Limias. |
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Dormitator
maculatus. |
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El
Cabezote o Atherina
(Alepidomus evermanni)
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Manjuarí,
entregado por el Proyecto
de conservación
de la especie “Críe
un Manjuarí”.
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De
regreso a Santa Clara, revisamos
los arroyos de claras aguas
que circulan la región
sureste de la ciudad pero solo
vimos Gambusias y Girardinos.
Alguien nos había comentado
la presencia de Rivulus hace
algunos años atrás
y nos habíamos aferrado
a esta última oportunidad.
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Con
el comienzo del año comenzamos
a planificar una posible visita
a la Ciénaga de Zapata y
tras una intensa preparación
salimos el último fin de
semana del mes de abril (26 y 27).
Con fotos obtenidas con el Google
Earth marcamos 4 puntos
de interés a visitar y partimos
4 personas hacia la ciénaga.
El primer lugar visitado fue un
canal en la autopista en el entronque
de Calimete pero había una
gran presencia de aves acuáticas
comiendo en sus aguas y una ausencia
total de plantas en las mismas.
De allí decidimos darnos
un brinco por lo que las fotos nos
sugerían ser un centro de
alevinaje, y que en efecto lo era.
Logramos conversar con el atento
director que nos planteo que creía
haber visto Cubanichthys en los
alrededores pero que debíamos
ir directo hacia el criadero de
Manjuarí en el Canal de los
Patos y hablar con el director de
dicho centro que era un amante muy
apasionado de los peces cubanos.
Emocionados ante
la idea de encontrarnos cara a cara
con nuestros peces partimos hacia
el Centro de Estudios Ictiológicos
“Felipe Poey” a orillas
del Canal de los Patos pero sufrimos
la decepción de no poder
encontrar al director. Pese a este
pequeño contratiempo, pudimos
saciarnos de ver por primera vez
ante nosotros manjuaríes
y C. cubensis. Luego de
conversar un rato con los integrantes
del colectivo de trabajo del centro
nos dirigimos hacia Playa Larga.
Luego
a orillas del mar, allí en
Playa Larga, después de un
ligero almuerzo y breve descanso
partimos hacia la zona nombrada
como El Jiquí en la foto
de Google
Earth y al preguntar
a una persona que en el entronque
se encontraba, nos refirió
que hacia allá se encontraba
Los Hondones y que efectivamente
quedaba allí gran un canal.
Llegando al lugar deseado enseguida
comprobamos la abundancia de plantas
acuáticas y de peces. Cual
no seria la sorpresa al encontrar
en un área de muy poca profundidad
y sin plantas, miles de peces desconocidos
por nosotros y que los locales llamaban
“Cabezotas”, nadando
en todas direcciones. Allí
pudimos colectar una treintena de
ejemplares que ubicamos en un tanque
de 25 galones al que pusimos el
aireador. También capturamos
una Biajaca pero moribunda y débil
a causa de una posible enfermedad,
inmediatamente la liberamos. Colectamos
plantas del lugar ya que en nuestra
región no las habíamos
visto y muy contentos regresamos
a Playa Larga para comer y pernoctar
allí en la arena. A medio
camino de regreso, volvimos a la
casimba visitada anteriormente y
pudimos pescar uno de los ejemplares
que nadaban en sus aguas, comprobando
que se trataba de una especie de
mar vulgarmente conocido como Gallego.
Lo anterior nos confirma la comunicación
de dichas cavidades cársicas
con el mar.
Ya en la playa nos
dedicamos a preparar nuestra comida,
actividad que consistió en
sacar la olla del auto, nuestras
cucharas y platos y sentarnos en
la arena a engullir casi todo lo
que ya traíamos preparado
desde Santa Clara. A continuación
nos dedicamos a protestar por los
mosquitos y a comernos a cuentos
y mentiras acompañados de
unos tragos “Habana Club”
hasta que el cansancio nos rindió
a eso de la una de la madrugada.
Según Alberto, al que los
mosquitos no permitieron dormir
y por la madrugada los cangrejos
nos rodeaban y hasta nos pasaban
por encima. Pudiendo comprobar que
todo resto de alimento que habíamos
apartado para al día siguiente
botar en un lugar adecuado había
desaparecido quizás por arte
de magia pero más seguro,
en las pinzas de dichos cangrejos.
Al amanecer tomamos
el desayuno y salimos hacia los
canales a seguir buscando pero solo
encontramos Gambusias y Girardinos.
Luego del mediodía partimos
hacia Santa Clara, revisando los
arroyos agonizantes a causa de la
fuerte sequía, entre Aguada
y Ranchuelo encontrando las ya familiares
Gambusias, Limias y Girardinos.
En cuanto llegamos
a casa, preparamos el acuario para
nuestros peces, comprobando que
ciertos peces algo anaranjado no
eran mas que Gambusias enfermas
o debilitadas por la falta de comida
y de oxígeno en las charcas
donde las capturamos. Comprobamos
con nuestra bibliografía
que las “Cabezotas”
o también llamadas Atherinas
eran peces estrictamente de aguas
dulces pertenecientes a los Mujílidos.
Según comprobamos posteriormente
en Internet su nombre científico
es Alepidomus evermanni,
es un pez endémico de Cuba,
que habita en el occidente aunque
se menciona una localización
en Camaguey. En Morón un
criador de peces nos había
comentado unos meses atrás
sobre un pez con las mismas características
de la Atherina.
Dado a que en este
viaje llevamos con nosotros la forma
de comunicar con el director de
la Estación Hidrobiológica
“Felipe Poey” perteneciente
al Parque Nacional Ciénaga
de Zapata, pudimos días después
comunicar con él. Andrés
Hurtado, que es el nombre del director
de dicho centro, resulto para nosotros
un verdadero apasionado de nuestros
peces. Contándonos los logros
del centro y los planes futuros
en el campo de otras especies cubanas
como las “Cabezotas”
y los “Mapos” y su interés
en peces como el “Dajao”
del cual hacia tiempo no tenia noticias,
pero que es muy común al
sur del centro de la isla, tanto
en las montañas como en los
arroyos próximos a la región
de Trinidad.
Fruto de este contacto,
pudimos pasar a formar parte del
proyecto que en dicho criadero llevan
a cabo y denominado “Adopta
un Manjuarí”. Este
consiste en estudiar la ictiofauna
indígena de la ciénaga,
y especialmente al Manjuarí,
mediante documentos, láminas,
proyección de videos y observaciones
in situ. Desde entonces mantenemos
en nuestra peceras 3 ejemplares
de Manjuarí que al llegar
a nuestras casas median apenas 15
cm. Y actualmente ya cuentan con
una talla de 25 cm.
También quedo
la promesa de colaboración
en cuanto a la recopilación
de datos sobre la reproducción
y cría de peces como el “Mapo”
y “Ciprinodón”
y la posibilidad de colectar e intercambiar
especies como el mencionado “Dajao”
y los “Rivulus”. Por
nuestra parte tenemos nuestros “Mapos”
listo para reproducirlos y mantenemos
los “Cabezotas” para
próximamente intentar ponerlos
a desovar.