Nothobranchius korthausae (rojo) |
Para fanáticos
Los Killis
(2)
© Roberto Petracini
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Qué es un Killi (2):
Killis en tu acuario
La
particular biología de estos peces nos permite mantenerlos y
reproducirlos en pequeños acuarios.
Por
otro lado, si bien existen muchas especies tropicales, también abundan
aquellas que son de aguas frías o subtropicales.
En
estos casos es innecesario mantenerlos con calefacción.
Tal
sería el caso de las especies nativas de Buenos Aires y alrededores,
litoral argentino, Uruguay, Paraguay y sur de Brasil.
No
se sienten cómodos en acuarios muy iluminados, de modo tal que no es
imprescindible contar con un iluminador.
Un
acuario de entre 10 y 15 litros suele ser suficiente para la mayoría de
las especies y en esa cantidad de agua se puede mantener una pareja o un
trío (dos hembras y un macho).
No
es imprescindible el aireador a condición de renovar parcialmente el
agua cada 7-10 días y mantener limpio el
acuario. Tampoco es imprescindible utilizar filtros.
Casi
podríamos decir que se trata de peces “ideales” puesto que además
de estas ventajas, la casi totalidad exhiben un colorido muy brillante y
variado.
La
alimentación, en la cual no debe excluirse el alimento vivo, tampoco es
un gran inconveniente.
Para
posibilitar una alimentación variada, las agrupaciones de killis
cuentan con cultivos de diversos alimentos vivos, que cada socio puede
mantener en su hogar sin inconvenientes: desde pequeñas
anguilillas para las crías, hasta lombrices blancas del género Enchitraeus
(Enquitreas) que se reproducen en potes plásticos cerrados.
En
una pequeña estantería, tipo biblioteca, se pueden acomodar
perfectamente varias especies de killis diferentes, lugar donde será fácil
observar su comportamiento y actividad.
Algunas
especies desovan en un sustrato flotante (que puede ser desde una planta
hasta lo que conocemos como “mopa” o “plumero” para killis).
Otros desovan enterrando sus huevos en el fondo, en cuyo caso se utiliza
turba de jardinería, previamente hervida y lavada.
Los
huevos, muy resistentes, se pueden tomar con los dedos sin miedo a que
se rompan y, según se trate de anuales o semianuales, se los guarda en
turba húmeda o en la misma “mopa” a la espera de la fecha para
volver a introducirlos en agua y completar el desarrollo del embrión.
En
algunos casos bastarán 15 días y en otros varios meses. Esto
posibilita que los huevos viajen a través del mundo y sean canjeados
por huevos de especies diferentes, lo que permite al killífero
incrementar la variedad de
especies que mantiene sin otro gasto que el franqueo postal.
Asociarse a un Killi
Club
El
Killi Club Argentino cuenta con aproximadamente 180 socios. Entre los asociados, se
mantienen y reproducen alrededor de 300 especies diferentes de killis y
constantemente se agregan nuevas.
Al
incorporarse un nuevo socio recibe una pareja o trío de alguna de las
especies disponibles o una turba conteniendo huevos. Con ellos puede
iniciarse siguiendo las instrucciones del Manual de Iniciación
que también está disponible gratuitamente.
El
nuevo socio accede a la lista de especies para canjear con otro socio huevos o peces. También puede ingresar a la página web
donde se incluye un espacio exclusivo para socios. En ese espacio se
encuentra el foro, censo de especies, etc. y otros recursos
exclusivos para los socios.
Un
boletín mensual y las actualizaciones de la página web mantienen al
socio informado de las novedades y actividades de la agrupación, entre
ellas las salidas para capturar ejemplares silvestres, tarea que se
realiza con especial cuidado de no deteriorar el equilibrio de los
charcos donde se pesca.
El
Grupo de Estudios del KCA realiza tareas de investigación y ha aportado
mucha información sobre las especies nuevas y seguirá haciéndolo en
el futuro. Si la investigación está entre tus preferencias, puedes
participar en ellas.
Sigue:
Qué es el Killi Club Argentino?
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